Investigadores del CONICET y la empresa Cultivo Ostras SAS, perteneciente a la firma Ostras de la Patagonia, desarrollaron un proyecto piloto para producir la primera salsa de ostras nacional, elaborada a partir de la ostra del Pac&iacute;fico Magallana (o Crassostrea) gigas, una especie invasora que afecta los ecosistemas costeros del sur bonaerense. El desarrollo avanza hacia su habilitaci&oacute;n industrial y abre una nueva l&iacute;nea de producci&oacute;n sustentable con alcance regional y nacional, que involucra a los municipios de Patagones y Bah&iacute;a Blanca. El proyecto &ldquo;Aprovechamiento productivo de la ostra del Pac&iacute;fico (Crassostrea gigas) en el sur bonaerense: desarrollo cient&iacute;fico-industrial piloto&rdquo; fue liderado por el Instituto Argentino de Oceanograf&iacute;a (IADO, CONICET&ndash;UNS), junto a la Planta Piloto de Ingenier&iacute;a Qu&iacute;mica (PLAPIQUI, CONICET&ndash;UNS) y el Instituto de Ciencias Biol&oacute;gicas y Biom&eacute;dicas del Sur (INBIOSUR, CONICET&ndash;UNS), pertenecientes al CONICET Bah&iacute;a Blanca. El desarrollo fue llevado adelante por un equipo de investigadores, personal de apoyo y becarios bajo la direcci&oacute;n cient&iacute;fica de la investigadora del CONICET Sandra Bott&eacute; y el integrante de la Carrera de Personal de Apoyo (CPA) del CONICET, Eder Dos Santos, especialistas en biotecnolog&iacute;a marina y aprovechamiento de recursos costeros en el IADO. <p style="text-align: center;"> &ldquo;El desaf&iacute;o fue transformar una problem&aacute;tica ambiental en una oportunidad productiva, y en ese camino estamos avanzando. Buscar alternativas y valor agregado a un producto biol&oacute;gico es un desaf&iacute;o que s&oacute;lo se puede lograr con aportes interdisciplinarios, y lo estamos logrando gracias al trabajo articulado entre el sector cient&iacute;fico, la empresa y el financiamiento p&uacute;blico&rdquo;, se&ntilde;ala Bott&eacute;, adem&aacute;s directora del IADO. Tal como explican desde el equipo cient&iacute;fico, la ostra del Pac&iacute;fico se estableci&oacute; en la costa bonaerense a partir de 1982, especialmente en el partido de Patagones, y su expansi&oacute;n amenaza el equilibrio ecol&oacute;gico de las reservas naturales. Fue originalmente introducida en Bah&iacute;a San Blas y por su dispersi&oacute;n en la zona costera del sur bonaerense ha comenzado a tener consecuencias sobre playas tur&iacute;sticas como Pehuen C&oacute; y Monte Hermoso y sobre ecosistemas marinos de gran importancia como el estuario de Bah&iacute;a Blanca. Adem&aacute;s de los impactos ambientales y sociales &mdash;como los cortes que provocan las valvas filosas en zonas tur&iacute;sticas&mdash;, la presencia de esta especie tambi&eacute;n dio origen a iniciativas productivas, comerciales y culturales como la Fiesta Provincial de la Ostra en el balneario Los Pocitos. En 2022, la empresa regional Cultivo Ostras SAS solicit&oacute; al IADO asistencia t&eacute;cnica para mejorar los m&eacute;todos de cultivo y manejo de biomasa en su parcela de producci&oacute;n ubicada en Los Pocitos. A partir de ese v&iacute;nculo, se conform&oacute; un equipo interdisciplinario con un grupo de investigaci&oacute;n de PLAPIQUI, dirigido por Mar&iacute;a Elena Carr&iacute;n y un grupo del INBIOSUR, encabezado por Lorena Brugnoni, que aport&oacute; capacidades en bioprocesos, ingenier&iacute;a y an&aacute;lisis biol&oacute;gicos. La maricultura de ostras en la costa sur de la provincia de Buenos Aires, en la Zona de Producci&oacute;n de Moluscos Bivalvos del Sudoeste Bonaerense (AR-BA), cuenta con la clasificaci&oacute;n sanitaria del SENASA como apta para consumo humano, lo que representa una ventaja estrat&eacute;gica para el desarrollo productivo. Con financiamiento del Fondo de Innovaci&oacute;n Tecnol&oacute;gica de Buenos Aires (FITBA 2023), el equipo avanz&oacute; en el dise&ntilde;o y validaci&oacute;n de un proyecto piloto de industrializaci&oacute;n de la ostricultura, con el objetivo de producir salsa de ostras nacional &mdash;un producto que actualmente se importa&mdash; y generar valor agregado a partir de un recurso disponible en la regi&oacute;n. <p style="text-align: center;"> Actualmente el proyecto presenta un 90 por ciento de ejecuci&oacute;n y se encuentra en la etapa final de habilitaci&oacute;n industrial, que incluye pruebas t&eacute;cnicas y regulatorias como an&aacute;lisis de composici&oacute;n nutricional, estudios de vida &uacute;til, pruebas organol&eacute;pticas y validaciones oficiales. Una vez concluido ese proceso, la empresa iniciar&aacute; la producci&oacute;n a escala piloto. El equipo trabaj&oacute; en la estandarizaci&oacute;n del proceso, desde el acondicionamiento de la carne del molusco hasta la formulaci&oacute;n y estabilizaci&oacute;n del producto final. Para Cultivo Ostras SAS, esta experiencia marca un paso clave en la consolidaci&oacute;n de una nueva industria sustentable. &ldquo;La colaboraci&oacute;n con el CONICET nos permiti&oacute; incorporar conocimiento cient&iacute;fico y capacidades tecnol&oacute;gicas que fueron esenciales para llevar esta idea a la pr&aacute;ctica. Estamos muy cerca de concretar la primera producci&oacute;n nacional de salsa de ostras, lo que representa un hito para nuestro sector debido a que se avanza en la diversificaci&oacute;n en el procesamiento con desarrollo de valor agregado&rdquo;, destaca el m&eacute;dico veterinario Juan Urizar, representante de la firma. El impacto del proyecto es m&uacute;ltiple: contribuye al control de una especie invasora, recurso natural subutilizado, impulsa un modelo de desarrollo regional sustentable, y una oportunidad productiva en la zona costera del partido de Patagones. &ldquo;El escalamiento de la actividad ostr&iacute;cola desde lo artesanal hacia lo industrial podr&iacute;a aumentar la presi&oacute;n de explotaci&oacute;n de la biomasa, constituyendo una potencial herramienta de mitigaci&oacute;n de la dispersi&oacute;n de las ostras en la costa argentina&rdquo;, explica Dos Santos. Adem&aacute;s de generar nuevas fuentes de empleo y capacitaci&oacute;n t&eacute;cnica en la regi&oacute;n, esta iniciativa abre un camino concreto para impulsar econom&iacute;as costeras sustentables y fortalecer el v&iacute;nculo entre ciencia e industria. De cara al futuro, los grupos del IADO, PLAPIQUI e INBIOSUR, junto con investigadores del Instituto de Investigaciones Econ&oacute;micas y Sociales del Sur (IIESS, CONICET&ndash;UNS), han aplicado a otras l&iacute;neas de financiamiento para trabajar en nuevos desarrollos industriales basados en la carne de ostra y en la incorporaci&oacute;n de una mirada socioecon&oacute;mica que permita evaluar el impacto de esta actividad en las comunidades locales. En este nuevo desaf&iacute;o, se sumaron investigadores del CESIMAR (CCT CENPAT), fortaleciendo as&iacute; la colaboraci&oacute;n interinstitucional y consolidando una red de trabajo que une ciencia, producci&oacute;n y desarrollo territorial. &ldquo;Este proyecto es un ejemplo de c&oacute;mo la investigaci&oacute;n cient&iacute;fica puede contribuir al desarrollo regional y a la gesti&oacute;n sostenible de los recursos naturales&rdquo;, concluye Bott&eacute;.