Por:&nbsp;Hern&aacute;n Braberman es Socio y Director Creativo de la agencia argentina de packaging&nbsp;Tridimage. El cerebro del comprador toma decisiones de compra en apenas 3 segundos, procesando im&aacute;genes 60,000 veces m&aacute;s r&aacute;pido que el texto. El contraste inteligente, la simplicidad estrat&eacute;gica y la dominancia visual son las claves para atravesar el ruido del supermercado. Pero captar la atenci&oacute;n es solo el primer paso. Una vez que se logra visibilidad, &iquest;c&oacute;mo se transforma ese segundo de atenci&oacute;n en una decisi&oacute;n de compra? &iquest;Qu&eacute; elementos hacen que un comprador elija tu producto sobre la alternativa que est&aacute; justo al lado? La revoluci&oacute;n del color&nbsp; Cada categor&iacute;a de productos ha desarrollado c&oacute;digos crom&aacute;ticos que los compradores han aprendido inconscientemente. Violar estos c&oacute;digos puede crear confusi&oacute;n; aprovecharlos estrat&eacute;gicamente puede generar ventajas competitivas significativas. Pero aqu&iacute; surge una tensi&oacute;n interesante: seguir los c&oacute;digos de categor&iacute;a facilita la comprensi&oacute;n pero puede limitar la diferenciaci&oacute;n. Las marcas m&aacute;s innovadoras han aprendido a romper c&oacute;digos crom&aacute;ticos de manera calculada, creando diferenciaci&oacute;n sin sacrificar claridad comunicacional. Un dato revelador: cambiar los colores asociados con una marca establecida incrementa el tiempo de reconocimiento en 1,2 segundos promedio. En categor&iacute;as de compra r&aacute;pida, este retraso puede ser letal para las ventas. <p style="text-align: center;"> Cuando el packaging cuenta historias Los compradores no solo buscan productos; buscan soluciones a problemas, experiencias deseables y, cada vez m&aacute;s, prop&oacute;sitos con los que puedan identificarse. El dise&ntilde;o de packaging m&aacute;s efectivo no solo comunica qu&eacute; es el producto, sino qu&eacute; promete en la vida del comprador. Esta narrativa debe ser instant&aacute;neamente comprensible. Una imagen de una familia feliz desayunando puede comunicar m&aacute;s sobre un cereal que p&aacute;rrafos de informaci&oacute;n nutricional. Una fotograf&iacute;a del producto siendo usado en contexto real genera m&aacute;s confianza que ilustraciones idealizadas. La investigaci&oacute;n comportamental confirma que los envases con fuerte conexi&oacute;n emocional incrementan las tasas de compra en hasta 50% comparado con aquellos que solo comunican funcionalmente. Midiendo lo que realmente importa La &uacute;nica m&eacute;trica que verdaderamente importa en el dise&ntilde;o de packaging es si el comprador pone el producto en su carrito. Todo lo dem&aacute;s son medios para ese fin. Las metodolog&iacute;as modernas de investigaci&oacute;n comportamental permiten medir no solo las intenciones declaradas de los compradores, sino sus comportamientos reales bajo condiciones controladas. El seguimiento ocular revela d&oacute;nde miran realmente. Las pruebas comportamentales muestran qu&eacute; eligen realmente. Los an&aacute;lisis de ventas confirman qu&eacute; compran realmente. Solo la integraci&oacute;n de estas tres fuentes de informaci&oacute;n permite optimizar packaging con precisi&oacute;n cient&iacute;fica. Los errores que destruyen marcas La investigaci&oacute;n muestra que gran parte de los redise&ntilde;os de envases no mejoran el rendimiento respecto a la versi&oacute;n anterior. Peor a&uacute;n, a menudo lo empeoran significativamente. Estos fracasos raramente se deben a problemas est&eacute;ticos, sino a malentendidos fundamentales sobre c&oacute;mo los compradores procesan informaci&oacute;n visual. El error m&aacute;s com&uacute;n es perder activos distintivos, aquellos elementos que los compradores hab&iacute;an aprendido a asociar con la marca. Otro error frecuente es agregar complejidad visual en lugar de simplificar. Un tercero es redise&ntilde;ar sin considerar el contexto competitivo espec&iacute;fico donde el producto ser&aacute; visto. Redise&ntilde;ar sin preservar activos distintivos es como cambiar de nombre sin avisar: tus clientes te buscar&aacute;n, pero no te encontrar&aacute;n. El archiconocido redise&ntilde;o fallido de Tropicana le signific&oacute; una baja brutal de 20% de las ventas, en tan solo mes y medio. Y no s&oacute;lo eso: varios de sus competidores directos crecieron en ventas durante ese periodo m&aacute;s de un 10%. <p style="text-align: center;"> El futuro: IA y optimizaci&oacute;n continua Las tecnolog&iacute;as emergentes est&aacute;n revolucionando c&oacute;mo validamos y optimizamos el dise&ntilde;o de empaques. Algoritmos de visi&oacute;n artificial pueden ahora predecir la efectividad de un dise&ntilde;o analizando sus componentes visuales contra bases de datos de comportamiento real. Lo que antes requer&iacute;a semanas de investigaci&oacute;n, ahora puede evaluarse en minutos. Esta democratizaci&oacute;n del conocimiento comportamental est&aacute; nivelando el campo de juego. Las marcas m&aacute;s peque&ntilde;as pueden ahora acceder a herramientas de optimizaci&oacute;n que antes estaban reservadas para corporaciones con presupuestos millonarios de investigaci&oacute;n. La invisibilidad ya no es inevitable En un mercado donde la atenci&oacute;n es el recurso m&aacute;s escaso, la invisibilidad ya no puede atribuirse a mala suerte o presupuestos limitados. El dise&ntilde;o de packaging efectivo no es magia: es ciencia aplicada. Es comprender que cada elemento visual es una hip&oacute;tesis sobre el comportamiento del comprador que puede y debe ser validada. Es reconocer que el verdadero competidor no son otras marcas, sino la tendencia natural del cerebro humano a filtrar y olvidar. Las marcas que dominen esta ciencia aplicada del dise&ntilde;o no solo lograr&aacute;n atravesar el ruido visual del mercado contempor&aacute;neo. Lograr&aacute;n algo mucho m&aacute;s valioso: crear conexiones genuinas y duraderas con compradores que, en un mundo de opciones ilimitadas, elegir&aacute;n consistentemente sus productos. La performance en el punto de venta ya no es una aspiraci&oacute;n. Es una ciencia. Y como toda ciencia, favorece a los dise&ntilde;adores y a los due&ntilde;os de marcas que la estudian, la comprenden y la aplican con disciplina y precisi&oacute;n.