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L-Ergotioneína: la nueva vitamina de la longevidad

Es un derivado de hongos con potencial nutracéutico por su acción antioxidante y antiinflamatoria.

  • 28/11/2025 • 00:00

Por: Laura Herrera, Analista de Contenido. Periodista digital con experiencia en medios como El Universal, Univision, Condé Nast y TecScience. Apasionada por la investigación y el storytelling. Publicado en: https://thefoodtech.com/ 

En un momento en que la ciencia de los alimentos busca ingredientes bioactivos con evidencia clínica comprobada, la L-ergotioneína (L-EGT) comienza a ocupar un lugar central en la conversación sobre envejecimiento saludable y bienestar celular. Este aminoácido natural se perfila como un antioxidante de nueva generación debido a su función como potente citoprotector fisiológico, que lo ha llevado a ser señalado por expertos como una “vitamina de la longevidad”.

A diferencia de otros compuestos, la L-ergotioneína no puede ser sintetizada por el cuerpo humano, se adquiere exclusivamente a través de la dieta, siendo los hongos comestibles (setas) la principal fuente, de acuerdo con el estudio The biology of ergothioneine, an antioxidant nutraceutical, publicado en 2020 en la Nutrition Research Reviews.

Sin embargo, el organismo ha desarrollado un transportador específico para la L-EGT, conocido como OCTN1 que le permite absorberla y distribuirla en células y tejidos que son más susceptibles al estrés oxidativo y la inflamación, como los eritrocitos, el hígado, el riñón, la médula ósea, el bazo, los pulmones, los ojos y el cerebro. Esta característica sugiere que podría desempeñar una función fisiológica esencial, comparable a la de los micronutrientes clasificados como vitaminas.

Durante décadas, la industria de los suplementos y la nutracéutica ha confiado en antioxidantes tradicionales como la vitamina C, la vitamina E o el resveratrol; pero, muchos de ellos presentan limitaciones de estabilidad y biodisponibilidad. En contraste, la L-EGT se distingue por su capacidad de actuar como citoprotector fisiológico, neutralizando radicales libres sin generar efectos pro-oxidantes.

Su creciente respaldo científico y regulatorio la posiciona como un bioactivo estratégico para la industria de suplementos y alimentos funcionales, abriendo paso a una nueva categoría de nutracéuticos orientados a la salud celular y el envejecimiento saludable.

¿Qué es la L-Ergotioneína (L-EGT)?

Descubierta en 1909 en el hongo Claviceps purpurea, la L-Ergotioneína (L-EGT o ERGO) es un aminoácido que contiene azufre, siendo un derivado tiolado de la histidina. Este compuesto, que posee una notable estabilidad química, es producido naturalmente por hongos (incluidos Pleurotus ostreatus y Lentinula edodes) y ciertas bacterias. Se trata de un nutriente exclusivamente dietético, por lo que los humanos lo adquirimos únicamente a través de la alimentación.

Investigaciones como “Ergothioneine: A Stress Vitamin with Antiaging, Vascular, and Neuroprotective Roles?” (Antioxidants & Redox Signaling, 2022) o “Is ergothioneine a ‘longevity vitamin’ limited in the American diet?” (Journal of Nutritional Science, 2020), explican por qué la L-Ergotioneína actúa como un antioxidante, antiinflamatorio y citoprotector fisiológico:

1) Protección antioxidante. Neutraliza radicales libres y especies reactivas de oxígeno (ERO), protegiendo el ADN, los lípidos y las proteínas del daño oxidativo. Su forma tiona le otorga mayor estabilidad in vivo que otros tioles como el glutatión. Además, quelata metales como el cobre, reduciendo la formación de radicales libres.

2) Protección mitocondrial. Se acumula en las mitocondrias y en órganos vulnerables al estrés oxidativo (hígado, cerebro, riñones, pulmones, ojos). Protege el ADN mitocondrial y activa la enzima 3-mercaptopyruvate sulfurtransferase (MPST), mejorando la función respiratoria y energética celular.

3) Longevidad y neuroprotección. Preserva la longitud de los telómeros bajo estrés oxidativo y se ha asociado con envejecimiento saludable, mejor memoria y reducción del deterioro cognitivo. Estudios en animales muestran además efectos antidepresivos y neuroprotectores.

Una de las características más notables de la L-Ergotioneína es que el organismo ha desarrollado un transportador exclusivo, conocido como OCTN1 (Organic Cation Transporter Novel Type 1), codificado por el gen SLC22A4. Este sistema permite su absorción, distribución y retención selectiva en tejidos con alta demanda metabólica, lo que demuestra su importancia fisiológica.

Aplicaciones en suplementos alimenticios

El auge de la nutrición personalizada y los suplementos inteligentes ha impulsado la incorporación de L-Ergotioneína como ingrediente premium en fórmulas orientadas al rendimiento, la cognición y el envejecimiento saludable.

Antienvejecimiento y longevidad. Ayuda a conservar la longitud de los telómeros y proteger las células frente al estrés oxidativo.

Cuidado de la piel. Su capacidad para inhibir especies reactivas inducidas por radiación UVB la hace útil en cosmecéuticos dermoprotectores.
Rendimiento cognitivo y deportivo. Estudios preclínicos muestran mejoras en la memoria y reducción de la inflamación muscular tras el ejercicio.
Neuroprotección. Cruza la barrera hematoencefálica, protege neuronas frente a β-amiloide y 6-hidroxidopamina, y se evalúa clínicamente por su capacidad de retrasar el deterioro cognitivo en adultos mayores.

Bienestar celular e inmunológico. Actúa como modulador redox y antiinflamatorio; su deficiencia se asocia a enfermedades crónicas. Se investiga su posible aplicación en COVID-19, fatiga crónica y diabetes tipo 2.

Salud cardiovascular y metabólica. Niveles elevados en plasma se vinculan con menor mortalidad cardiovascular y protección hepática y renal.

Desde el punto de vista técnico, la L-Ergotioneína ofrece ventajas competitivas frente a antioxidantes tradicionales como la vitamina C o el glutatión, según el estudio “Ergothioneine as a Natural Antioxidant Against Oxidative Stress-Related Diseases” (Frontiers in Pharmacology, 2022) y se debe a estas razones:

Alta estabilidad térmica y de pH. Su forma tiona la hace resistente a la autooxidación, ideal para formulaciones orales y tópicas.
Larga vida media (≈1 mes). Se acumula y retiene en el organismo por más tiempo que otros antioxidantes.

Ausencia de efecto prooxidante. A diferencia del ascorbato, la L-EGT quelata metales como hierro y cobre, evitando la formación de radicales libres.

Entrega dirigida y adaptativa. A través del transportador OCTN1 (SLC22A4), se concentra en tejidos con alta demanda metabólica —cerebro, hígado, riñones, eritrocitos y médula ósea—, donde ejerce protección mitocondrial y celular.

Estas propiedades hacen que la L-EGT se perciba no solo como un antioxidante, sino como un “modulador biológico inteligente” capaz de adaptarse a las necesidades celulares del organismo.

Potencial en otras categorías alimenticias

La versatilidad de la L-Ergotioneína está impulsando su expansión hacia nuevas categorías funcionales, gracias a su estabilidad y a su reconocimiento regulatorio en varios mercados.

Bebidas funcionales y shots wellness. Contribuye al enfoque mental, la energía limpia y la recuperación muscular, gracias a su papel en la protección mitocondrial.

Alimentos fortificados y plant-based. Su origen natural (hongos) la vincula de forma orgánica con la tendencia de los productos basados en plantas, aportando valor antioxidante y mejorando el perfil nutracéutico de barras proteicas, snacks y sustitutos cárnicos.

Productos lácteos y fermentados. Aprobada por la EFSA para uso en leche y derivados hasta 5mg por porción, puede integrarse en yogures o kéfires orientados a la salud inmunológica y metabólica.

Cosmética comestible o beauty from within. Gracias a su efecto dermoprotector, la L-EGT se utiliza en suplementos y bebidas para la protección celular de la piel, la síntesis de colágeno y la prevención del fotoenvejecimiento.

Este espectro de aplicaciones coloca a la L-Ergotioneína como un ingrediente transversal que puede operar en la convergencia entre nutrición, biotecnología y cosmética funcional.

Regulación y perspectivas del mercado

El desarrollo de la L-Ergotioneína avanza firmemente en su reconocimiento regulatorio como un ingrediente nutracéutico de alto valor, respaldado por evidencia científica sólida y un perfil de seguridad excepcional.

En Estados Unidos, la FDA la ha reconocido como GRAS (Generally Recognized As Safe), lo que avala su seguridad para uso alimentario.
En la Unión Europea, la EFSA la aprobó como Nuevo Alimento (Novel Food) en suplementos y productos lácteos hasta dosis de 30mg por día en adultos.
Estas aprobaciones han impulsado su adopción en nutracéuticos premium, especialmente en Asia, Europa y Norteamérica, donde la tendencia de los “suplementos inteligentes” prioriza ingredientes naturales con respaldo clínico y mecanismos biológicos comprobados.

Actualmente se desarrollan ensayos clínicos en humanos —como el estudio ErgMS— para evaluar su efecto en adultos con síndrome metabólico, salud cardiovascular y función cognitiva. Los resultados preliminares apuntan a una reducción de biomarcadores inflamatorios y mejoras en la capacidad antioxidante del plasma, consolidando su papel en la prevención del envejecimiento celular.

El reto científico ahora es definir su dosis terapéutica óptima y comprender cómo la regulación del transportador OCTN1 influye en su absorción y distribución. Paralelamente, su concentración plasmática se propone como un biomarcador nutricional del consumo de hongos, lo que abriría nuevas líneas de investigación en nutrición de precisión.

Con un perfil que combina origen natural, respaldo molecular y beneficios clínicamente observables, la L-Ergotioneína podría convertirse en la primera molécula del siglo XXI en ser reconocida como una “vitamina de la longevidad”, marcando el inicio de una nueva generación de nutracéuticos orientados al bienestar integral y al envejecimiento saludable.