Alimentos Sin Fronteras: un proyecto innovador para el consumo de carne “larga vida”

Por: Dolores Barón para DEF

Pablo Sánchez y Germán Sarricouet son los socios fundadores de un nuevo emprendimiento tecnológico argentino que podría cambiar el paradigma del consumo de comida a nivel global: Alimentos Sin Fronteras. Mediante un novedoso procedimiento, logran conservar carnes hasta seis meses fuera de la cadena de frío y de manera totalmente inocua. Se podría decir que el producto final es una carne “larga vida”.

Durante el proceso para hacer que las comidas sean de larga vida, se utiliza radiación ionizante. Usualmente en donde más se ve esta tecnología es en el campo de la medicina, por ejemplo en el diagnóstico por imágenes y radiografías, y en la agricultura. 

Como todos los productos alimenticios lanzados al mercado, debe tener su Registro Nacional de Productos Alimenticios (RNPA). La FDA (entidad estadounidense que aprueba la comercialización de alimentos y drogas) ha evaluado la seguridad de los alimentos irradiados durante más de 30 años y lo califica como un proceso seguro. La Organización Mundial de Salud (WHO, por sus sigla en inglés), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus sigla en inglés) y el Departamento de Agricultura de EE.?UU. (USDA, por sus sigla en inglés) también respaldan la seguridad de los alimentos irradiados).

En el caso de Alimentos Sin Fronteras, todo se encuentra autorizado por su certificado de RNPA, el cual es otorgado por las autoridades sanitarias jurisdiccionales en nuestro país.

La radiación ionizante funciona con cualquier tipo de carne: vacuna, aviar y porcina. Durante el procedimiento se atraviesan diferentes fases y se cumple con varias pautas y fórmulas específicas. La encargada del proceso es Elsa Escobar, doctora en Química y responsable técnica del producto.

La carne pasa por una cocina industrial en donde el producto es finalmente envasado al vacío. La clave es la etapa final: un proceso de irradiación con todo terminado y sellado para eliminar cualquier elemento perjudicial para la salud, lo que permite conservar el alimento por seis meses. 

Las bases principales de la carne lista para el consumo

El objetivo del proyecto es hacer llegar este tipo de alimento a personas que no cuenten con electricidad o vivan en lugares alejados, en donde las condiciones logísticas sean desfavorables. Además, la idea de generar un nuevo mercado de nicho para proveer de carne lista para el consumo, algo que puede cambiar la manera en la que se prepara la comida habitualmente. 

“La carne larga vida es inocua, durable y versátil”, remarca Germán Sarriocuet, uno de los socios fundadores. Los alimentos atraviesan un tratamiento de radiación ionizante.

Inicios del proyecto

El proyecto nació de la mano de Pablo Curutchet, quien trabajó con el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). Gracias al conocimiento adquirido, Curutchet desarrolló los primeros prototipos de esta nueva tecnología. Junto con Sarriocuet y Sánchez, armaron un equipo de producción y expansión, registraron los derechos y empezaron Alimentos Sin Fronteras. 

Además de situaciones particulares, como familias o grupos en ubicaciones remotas, los rubros de frigoríficos, comercializadoras y distribuidoras son sus principales clientes. También se suman grupos que se encuentran en situaciones y lugares distantes, tales como las Fuerzas Armadas, Gendarmería, deportistas, montañistas, ciclistas de montaña, rescatistas, entre otros. 

Además, Alimentos Sin Fronteras trabaja con organizaciones humanitarias y diferentes gobiernos que necesiten proporcionar alimentos a personas en situaciones de necesidad o en caso de grandes catástrofes. 

El proceso: cómo se aprueba este proyecto y qué se viene

En 2017 se incorporó al Código Alimentario Argentina (CAA) la irradiación de alimentos por clases, entre ellas, la categoría “carnes”, lo que permitió el lanzamiento de diversos productos al mercado con las aprobaciones sanitarias correspondientes. 

La evolución del producto dependerá sumamente de los cambios de hábitos de alimentación, tanto a nivel local como global. “La apreciación del tiempo libre ha llevado a una preferencia por soluciones alimenticias listas para el consumo”, analiza Sarricouet como un factor clave. 

Además, también explica que hay una mayor concientización por la combinación de salud y elección de productos. Los productos de Alimentos Sin Fronteras son una respuesta de alta calidad nutritiva para los desafíos y la crisis alimentaria del siglo XXI. 
 

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